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Un avión Boeing 737-300 que transportaba a 85 personas se incendió y se salió de la pista del principal aeropuerto de Senegal, cerca de la capital, Dakar. Diez personas resultaron heridas en el accidente, incluido el piloto, dijo el jueves el ministro de Transporte del país.
Los pasajeros fueron evacuados del avión en llamas en el aeropuerto internacional Blaise Diagne y algunos describieron “pánico total” mientras luchaban por sus vidas.
El vuelo de Air Sénégal operado por TransAir se dirigía a Bamako, en la vecina Malí, a última hora del miércoles con 79 pasajeros, dos pilotos y cuatro tripulantes de cabina, cuando se produjo el accidente. El aeropuerto está situado a unas 31 millas de Dakar.
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No quedó claro de inmediato qué causó que el avión se incendiara y se saliera de la pista. Los heridos fueron atendidos en un hospital, mientras que los demás fueron trasladados a un hotel para descansar, añadió el ministro.
Los pasajeros saltaron por los toboganes de emergencia por la noche, mientras las llamas envolvían un costado del avión y se escuchaban gritos por todas partes, relató el músico maliense Cheick Siriman Sissoko, quien filmó la terrible experiencia de los pasajeros con la cámara de su teléfono.
“Vi mi vida pasar ante mis ojos”, dijo. “Pensé en mi madre, mi esposa, mis hijos”, dijo Sissoko, de 39 años, a The Associated Press desde el hotel donde los pasajeros se recuperaban del shock.
“Sólo se abrió el tobogán de un lado, por lo que durante la evacuación se produjo un pánico total”, añadió.
Un Boeing 737-700 de Air Senegal aparece en la pista frente a un hangar que alberga las oficinas centrales de la compañía el 27 de abril de 2009. Air Senegal cesó todas sus operaciones en medio de una disputa de propiedad hace 4 días derivada de dificultades financieras, entre Dakar y el accionista mayoritario de la empresa, Royal Air Maroc. (GEORGES GOBET/AFP vía Getty Images)
Ibrahim Diallo, de 20 años, un ciudadano maliense a bordo del vuelo, dijo que el avión había intentado despegar esa misma noche pero fracasó.
“El piloto nos dijo que todo estaba bajo control y que íbamos a intentar despegar nuevamente”, dijo a la AP. “La segunda vez, empezó a salir humo de una de las alas”.
Boeing remitió todas las solicitudes de comentarios a las aerolíneas.
“Las compañías aéreas operan y mantienen sus aviones durante más de 30 a 40 años”, decía un comunicado. “Lo remitimos a cada operador si tiene preguntas relacionadas con las operaciones de su flota. Brindaremos cualquier soporte solicitado a nuestro cliente”.
Air Sénégal no respondió a una solicitud de comentarios, pero publicó un comunicado en la plataforma de redes sociales X, afirmando que los vuelos entre Dakar y Bamako fueron reprogramados para una fecha posterior, sin proporcionar más detalles.
Fue el tercer incidente que involucra a un avión Boeing esta semana. También el jueves, 190 personas fueron evacuadas de forma segura de un avión en Turquía después de que uno de sus neumáticos explotara durante el aterrizaje en un aeropuerto del sur, dijo el Ministerio de Transporte de Turquía.
La compañía ha estado bajo intensa presión desde que un tapón de la puerta de un Boeing 737 Max explotó durante un vuelo de Alaska Airlines en enero, dejando un enorme agujero en el avión. En febrero, la Administración Federal de Aviación dio a Boeing 90 días para elaborar un plan para solucionar los problemas de calidad y cumplir con los estándares de seguridad para la construcción de aviones después del accidente.
El incidente ha elevado el escrutinio sobre Boeing al nivel más alto desde dos accidentes de aviones Boeing 737 Max en 2018 y 2019 que mataron a 346 personas. Alrededor de una docena de familiares de pasajeros que murieron en el segundo accidente han estado presionando al gobierno de EE. UU. para que reviva un cargo de fraude criminal contra la compañía al determinar que Boeing violó los términos de un acuerdo de 2021.
En abril, un denunciante de Boeing, Sam Salehpour, testificó en una audiencia en el Congreso que la compañía había tomado atajos de fabricación para producir 787 lo más rápido posible, lo que podría llevar a que los aviones se rompieran.
La Red de Seguridad de la Aviación, que rastrea los accidentes aéreos, describió el avión estrellado en Senegal como un Boeing 737-38J, un avión entregado en la década de 1990. La cadena publicó en X fotografías del avión averiado en un campo de hierba, rodeado de espuma extintora de incendios. Según las fotografías, un motor parecía haberse roto y un ala también resultó dañada.
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La red es parte de la Flight Safety Foundation, un grupo sin fines de lucro que tiene como objetivo promover viajes aéreos seguros y realizar un seguimiento de los accidentes.
