La coalición tripartita de Alemania, formada por los socialdemócratas (SPD), Los Verdes y el Partido Liberal (FDP), se desintegró el mismo día en que Donald Trump fue declarado ganador de las elecciones presidenciales de Estados Unidos. Fue un día de incertidumbre mundial sobre las relaciones internacionales.
El momento no fue casual. El canciller alemán Olaf Scholz (SPD) despidió al ministro de Finanzas, Christian Lindner (FDP), por posiciones irreconciliables en cuestiones presupuestarias y económicas.
La disputa tenía una importante dimensión de política exterior que está directamente vinculada a las elecciones presidenciales de Estados Unidos: Scholz quiere asumir más deuda para apoyar a Ucrania en su lucha contra la invasión rusa, porque espera que Trump reduzca significativamente o detenga por completa la ayuda. estadounidense a Ucrania como próximo líder de la Casa Blanca. Scholz quiere declarar un estado de emergencia en Alemania, lo que le permitiría liberar el llamado freno de la deuda, consagrado en la Constitución alemana. Lindner no estaba de acuerdo con el plan de Scholz.
Amplio consenso en política exterior
El vicecanciller alemán Robert Habeck y la ministra de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, ambos del partido Los Verdes, lamentaron el colapso de la coalición en un momento tan delicado de la política internacional. “Las inversiones en Ucrania, las millas de millones adicionales que se hubieran necesitado, también habrían sido inversiones en nuestra propia seguridad”, afirmó Baerbock.
Scholz seguirá gobernando en un gobierno minoritario y dijo que tiene la intención de convocar una moción de confianza en el Bundestag en enero, lo que obligaría a celebrar elecciones anticipadas más tarde en marzo. Alemania tendría que esperar unos seis meses antes de que se forme un nuevo gobierno plenamente funcional y capaz de actuar.
El principal partido de oposición, el bloque de centroderecha de la Unión Demócrata Cristiana y la Unión Social Cristiana (CDU/CSU), considera que es demasiado tiempo.
Su portavoz de política exterior, Johann Wadephul, envió a DW el siguiente comunicado: “Pedimos al canciller que convoque una moción de confianza en el Bundestag la semana que viene y convoque nuevas elecciones. Es su última oportunidad de mostrar su responsabilidad por Alemania. No “Podemos permitirnos el lujo de ser incapaces de actuar”.
La CDU, que se espera que gane las próximas elecciones generales alemanas, ha mostrado su disposición a cooperar. “Alemania necesita tener un gobierno estable lo antes posible. Por lo tanto, sólo estaremos dispuestos a hablar de una cooperación parcial en el Parlamento cuando Scholz haya aprobado la moción de confianza”, explicó Wadephul.
Hasta que se celebren elecciones anticipadas en Alemania, Scholz tendrá que reunir mayorías parlamentarias caso por caso, también en cuestiones de política exterior, como un mayor apoyo a Ucrania, por ejemplo.
“Con la ayuda de estos votos debería ser posible enviar una señal y aumentar la ayuda alemana a Ucrania”, dijo Henning Hoff, del Consejo Alemán de Relaciones Exteriores.
Hoff declaró a DW que no hay grandes diferencias entre el SPD, Los Verdes y el bloque de CDU/CSU en otros temas internacionales importantes, como el conflicto en Medio Oriente. “Eso demuestra el gran consenso que existe en Alemania en cuestiones de política exterior. Es también un factor estabilizador en estos tiempos de crisis”, agregó.
Crisis globales simultáneas
La situación internacional parece más turbulenta que nunca: en Estados Unidos eligió a un Trump impredecible. En Alemania, la tercera economía del mundo y uno de los países más importantes de la Unión Europea (UE), el gobierno acaba de desintegrarse. En Francia, el socio más cercano de Alemania, el presidente Emmanuel Macron se ha visto gravemente debilitado a nivel interno y el país está extremadamente polarizado. Todo esto ocurre en el contexto de la guerra en Ucrania, el conflicto en Medio Oriente y la agresión de China en el Mar de China Meridional.
“La situación es muy grave”, advierte Hoff. “Por otro lado, ahora hay una ventana de oportunidad para que los europeos actúen, den pasos concretos para posicionarse frente a la administración Trump. Esto incluiría enviar una señal clara de que Europa no solo está dispuesta a hacer más por Ucrania, sino también por su propia defensa”.
(rr/dzc)
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