Alemania ha reforzado los controles en todos los cruces fronterizos terrestres en un esfuerzo por acabar con los problemas de inmigración en medio del pánico en todo el continente europeo por el extremismo.
“Al igual que Estados Unidos bajo el gobierno peligrosamente liberal de Kamala, el mundo está aprendiendo que las fronteras abiertas combinadas con políticas blandas contra el crimen son una receta para que criminales y terroristas desaten delitos violentos y desenfrenados en nuestras comunidades”, dijo el portavoz del RNC, Taylor Rogers, a Fox News Digital.
La llegada de “inmigrantes irregulares”, un término alternativo para la inmigración ilegal, ha disminuido en toda Europa este año en alrededor de un 36%, pero las preocupaciones sobre el impacto de dicha inmigración siguen siendo una preocupación principal para la Unión Europea en su conjunto, según la agencia de migración del bloque, Frontex.
El bloque firmó una serie de acuerdos migratorios con Túnez, Egipto y Líbano, y los miembros elaboraron un acuerdo llamado “Pacto sobre Migración y Asilo”, finalizado en el verano, según el medio francés Le Monde.
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Alemania ha tomado su propia iniciativa para facultar a las autoridades para rechazar a los inmigrantes directamente en sus fronteras, una decisión controvertida para una región que permite la libre circulación entre sus estados miembros. Las nuevas medidas entrarán en vigor el 16 de septiembre a modo de prueba durante seis meses, según anunció esta semana la ministra del Interior alemana, Nancy Faeser.
“Estamos reforzando la seguridad interna y continuamos nuestra línea dura contra la migración irregular”, dijo Faeser.
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Alemania ha experimentado un aumento de la inmigración procedente de Oriente Medio y de partes del norte de África, países desgarrados por la guerra. Las autoridades alemanas han atribuido el pequeño aumento de la delincuencia al aumento de los niveles de migración. Los extranjeros cometieron alrededor del 41% de los delitos en Alemania en 2023, aunque representan el 15% de la población.
El asunto ha llevado a los alemanes a entregarle a un partido de extrema derecha su primera victoria electoral estatal en décadas. La elección tuvo lugar apenas unos días después de que un inmigrante sirio matara a tres personas en un ataque con arma blanca en el país, del que ISIS se atribuyó la responsabilidad.
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Ataques islamistas extremos similares en toda Europa han reavivado los temores a la inmigración y han propiciado fuertes victorias para los partidos de derecha en países individuales y en el propio Parlamento Europeo.
Alemania ha asumido la mayor parte de este movimiento, aceptando a más de un millón de personas que huyeron de países como Siria durante la crisis migratoria de 2015/2016, según Reuters.
Sin embargo, estas nuevas medidas, debidas a la libre circulación en la Unión Europea, plantean un desafío, ya que potencialmente trasladarán la carga a los vecinos de Alemania.
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El ministro del Interior austriaco, Gerhard Karner, declaró al periódico alemán Bild que “no hay margen de maniobra” para aceptar a los inmigrantes rechazados en la frontera alemana. Alemania, el país más grande de Europa Central, limita con Dinamarca, Bélgica, Luxemburgo, Francia, Suiza, Austria, la República Checa y Polonia.
Reuters contribuyó a este informe.
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