Estudio sobre el síndrome de La Habana fue clausurado por mal manejo de datos

Un estudio a largo plazo sobre pacientes con síndrome de La Habana fue suspendido después de que un comité de revisión interna del Instituto Nacional de Salud (NIH) detectara un manejo inadecuado de los datos médicos y que los participantes denunciaran haber sido presionados para participar en la investigación. Hasta ahora, el estudio no había encontrado pruebas que vincularan a los participantes con los mismos síntomas y lesiones cerebrales. La investigación interna que detuvo el estudio fue motivada por quejas de los participantes sobre prácticas poco éticas.

Esto ocurre después de que la comunidad de inteligencia publicara un informe provisional el año pasado concluyendo que es “muy poco probable” que un adversario extranjero esté detrás de los síntomas que cientos de oficiales de inteligencia estadounidenses están experimentando, a pesar de calificar para el tratamiento de sus lesiones cerebrales financiado por el gobierno de Estados Unidos.

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“La investigación del NIH encontró que los requisitos regulatorios y de políticas del NIH para el consentimiento informado no se cumplieron debido a la coerción, aunque no por parte de los investigadores del NIH”, dijo un portavoz del NIH en una declaración a Fox News.

Un ex oficial de la CIA, que se hace llamar Adam para proteger su identidad, no se sorprendió por el cierre del estudio.

Un sello que dice “Servicio de Salud Pública de Estados Unidos” adorna un edificio en el campus de los Institutos Nacionales de Salud, el 9 de marzo de 2001, en Bethesda, Maryland. (Foto de Mark Wilson/Newsmakers)

“La forma en que se llevó a cabo el estudio, en el mejor de los casos, fue deshonesta y, en el peor, se adentra en el lado criminal de la escala”, dijo Adam.

Adam es el Paciente Cero del Síndrome de La Habana porque fue el primero en experimentar los graves fenómenos sensoriales que cientos de otros empleados del gobierno de Estados Unidos han experimentado mientras estuvieron destinados en el extranjero en lugares como La Habana y Moscú, e incluso China. Adam describió una presión en el cerebro que le provocó vértigo, tinnitus y deterioro cognitivo.

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Miembros del servicio activo, espías, agentes del FBI, diplomáticos e incluso niños y mascotas han experimentado esta sensación debilitante que los pacientes creen que es causada por un arma de energía pulsada. 334 estadounidenses han calificado para recibir tratamiento para el síndrome de La Habana en instalaciones de salud militares especializadas, según un estudio publicado por la oficina de rendición de cuentas del gobierno de Estados Unidos a principios de este año.

Según informes, 334 estadounidenses han calificado para recibir tratamiento para el síndrome de La Habana. (iStock)

Adam, quien fue atacado por primera vez en diciembre de 2016 en su habitación en La Habana, describió haber escuchado un sonido fuerte que penetraba en su habitación. “Fue como si alguien tomara un lápiz y lo hiciera rebotar en tu tímpano… Finalmente comencé a desmayarme”, dijo Adam.

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Los pacientes, como Adam, que participaron en el estudio del NIH manifestaron su preocupación por el hecho de que la CIA estuviera incluyendo a pacientes que en realidad no cumplían los requisitos para ser considerados pacientes con síndrome de La Habana, lo que diluía los datos que analizaban los investigadores del NIH. Mientras tanto, también presionaba a quienes necesitaban tratamiento en Walter Reed para que participaran en el estudio del NIH para poder recibir tratamiento en Walter Reed.

Los trabajadores de la Embajada de Estados Unidos en La Habana abandonan el edificio el 29 de septiembre de 2017, después de que el Departamento de Estado anunciara que retiraría a todos los diplomáticos de la embajada, excepto los esenciales. (Emily Michot/Miami Herald/Tribune News Service vía Getty Images)

“Se hizo muy evidente rápidamente que algo no iba bien y cómo se estaba manejando y cómo se filtraban los pacientes… la CIA dictaba quién iría. El NIH a menudo se quejaba entre bastidores de que la CIA no estaba proporcionando grupos de control adecuados y emparejados, y nos inundaron con toda una letanía de personas que probablemente no estaban relacionadas o tenían otros problemas médicos que realmente enturbiaron las aguas”, dijo Adam, acusando al NIH de trabajar con la CIA.

La CIA está cooperando.

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“No podemos comentar si algún oficial de la CIA participó en el estudio. Sin embargo, tomamos cualquier acusación de coerción, o percepción de coerción, muy en serio y cooperamos plenamente con la revisión de este asunto por parte del NIH, y hemos ofrecido acceso a cualquier información solicitada”, dijo un funcionario de la CIA a Fox News en una declaración en la que señaló que “el Inspector General de la CIA ha sido informado de los hallazgos del NIH y de las acusaciones anteriores relacionadas”.

Las víctimas del síndrome de La Habana ahora quieren presionar al Journal of the American Medical Association (JAMA) para que se retracte de los dos artículos publicados la primavera pasada usando datos preliminares del estudio del NIH que concluyó que no había evidencia significativa detectable por resonancia magnética de lesión cerebral entre el grupo de participantes en comparación con un grupo de participantes de control emparejados.