- Autor, Redacción
- Título del autor, BBC Mundo
Palabra clave: bacterias. Todos estamos cubiertos de pies a cabeza con ellas. Y cada vez más, los científicos están convencidos de que esos microorganismos son fundamentales para entender por qué las alergias son cada vez más frecuentes entre los niños, especialmente en el mundo desarrollado.
Las bacterias que cubren nuestra piel, se instalan en nuestras bocas y viven en nuestros intestinos no solo sobrepasan nuestras propias células en una proporción de diez a uno, sino que desempeñan un papel crucial en entrenar nuestros sistemas inmunológicos.
Y cambios en el estilo de vida, que van desde el aumento de partos por cesárea hasta el uso excesivo de antibióticos y el sedentarismo, están influyendo en la reducción de estos microorganismos “amistosos”, trayendo como consecuencia un aumento en las alergias.
Solo en el Reino Unido una de cada tres personas sufre de algún tipo de alergia.
Para comprobar si la disminución de las bacterias podría ser un factor determinante, el programa Horizon de la BBC examina la vida de dos familias británicas afectadas por el problema.
Bajo el microscopio
En una de las familias, Joe, de ocho años, sufre de asma severa, fiebre del heno, eczema, alergia a las nueces, a las mascotas y a los ácaros del polvo.
En la otra Morgan, de cuatro años, tiene una interminable lista de alergias. Además de eczema severo y fiebre del heno, es alérgica a los productos lácteos, las nueces, la soja, el kiwi, el aguacate, el plátano, el látex, además de los gatos, perros y caballos.
Ambas familias acordaron suministrar muestras bacterianas de su piel y de sus intestinos, e incluso de sus casas, con la esperanza de obtener pistas sobre el motivo de las alergias.
Los resultados fueron increíbles. Como muchos en países de Occidente, estas familias presentaron menos variedades de bacterias comparadas con tribus tradicionales en partes del mundo en desarrollo. Y el experimento descubrió que una comunidad de cazadores no sólo tenía más diversidad de bacterias, sino que solo uno de sus 15.000 miembros sufría de algún tipo de alergia.
Cesarea y amamantamiento
El estilo de vida en Occidente parece estar cambiando nuestras bacterias y nuestra susceptibilidad a las alergias.
Hay muchos elementos responsables de esto, pero un factor grande podría ser cómo crecen los niños.
En el Reino Unido, el 25% de los bebés nacidos por cesárea, una cifra que resulta significativa si se toma en cuenta que un estudio en Noruega encontró que los bebés nacidos por cesárea tienen un 52% más de probabilidad de sufrir de asma que los nacidos por parto vaginal.
El dato resulta todavía más relevante para América Latina que, según un estudio de Unicef, tuvo una tasa del 30% de cesáreas en 2013.
Los científicos consideran que las bacterias a las que se exponen los bebés al pasar por el canal del parto los protegen de las alergias y es posible que el aumento en los partos por césarea esté haciendo que los niños sean más propensos a las alergias.
Pero, al parecer, el ataque a las baterías continúa cuando los bebés crecen. Ahora se sabe que la leche materna contiene hasta 900 especies de bacterias, lo cual ofrece una posible explicación de por qué los bebés que son amamantados tienen menos probabilidad de sufrir de alergias.
Mientras tanto, una de las más grandes amenazas a la bacteria que nos protege de las alergias la representan los antibióticos. Estas medicinas muchas veces reducen nuestras bacterias “amistosas”.
Un estudio en el que participaron varias instituciones médicas de Inglaterra y Escocia encontró que el uso de antibióticos en los primeros años de vida podría aumentar el riesgo de sufrir de eczema en un 40%.
Por otro lado, Horizon siguió a dos familias durante 24 horas y descubrió que pasaban en promedio el 91% de sus vidas bajo techo, un patrón que se reflejaba en todo el Reino Unido. A medida que la existencia se vuelve más sedentaria se pierde el contacto con una variedad de microorganismos que normalmente están en los jardines y en el aire exterior.
“Viejas amigas”
Un estudio incluso encontró que si uno tiene más plantas y flores en la casa es probable que tengan más bacterias en la piel y sufra de menos alergias.
El profesor Graham Rook, del University College de Londres, llama a estas bacterias nuestras “viejas amigas” y no tienen ninguna duda sobre su importancia para nuestra salud.
“En cierta forma”, afirma, “darnos cuenta que los humanos somos en realidad ecosistemas y que dependemos tanto de estos microorganismos es probablemente el avance más importante en la medicina en los últimos 100 años”, afirmó.
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