La actuación revolucionaria de John Lennon con Yoko Ono que revolucionó la música | Música | Entretenimiento

En el verano de 1969, en plena época de grandes cambios culturales y musicales, un joven promotor musical de Toronto llamado John Brower tuvo una idea audaz. Con tan solo 22 años, quería crear un acontecimiento inolvidable en la historia del rock and roll.

Quería traer leyendas del rock como Chuck Berry, Little Richard, Bo Diddley, Jerry Lee Lewis y otros para un concierto especial llamado Toronto Rock and Roll Revival.

El sueño de Brower de participar en el Rock Festival se hace realidad

El viaje de Brower hacia las grandes producciones musicales comenzó en la vibrante escena musical de Toronto. Con experiencia en la organización de conciertos para importantes bandas de rock, sabía cómo cautivar al público y traspasar los límites de las actuaciones en vivo. Estos primeros éxitos le dieron la confianza suficiente para soñar con un gran festival que homenajeara a los pioneros del rock ‘n’ roll y presentara su música a nuevos fans.

La planificación inicial del festival enfrentó muchos obstáculos. Brower tuvo problemas para vender entradas y se topó con dificultades financieras, por lo que tuvo que pedir dinero prestado a fuentes inesperadas, incluida una banda de motociclistas local. A pesar de estos problemas, se asoció con el promotor de rock de Los Ángeles, Kim Fowley.

Ante la creciente tensión, Kim Fowley sugirió invitar a John Lennon a unirse al festival. Lennon, que quería explorar más allá de su pasado como Beatle, vio el festival como una gran oportunidad. Lo que comenzó como una invitación para que Lennon fuera el anfitrión se convirtió rápidamente en un espectáculo innovador de su nueva Plastic Ono Band con Yoko Ono, quien ofreció una de sus actuaciones más singulares y comentadas.

La provocativa actuación de Plastic Ono Band

La actuación de la Plastic Ono Band duró apenas 40 minutos y en su mayoría fueron versiones de rock and roll. Solo se incluyó una canción de los Beatles, “Yer Blues”. Cuando John Lennon presentó su canción en solitario “Cold Turkey”, el público guardó silencio.

Ese silencio se convirtió en incomodidad durante las dos canciones de Yoko Ono, que constituyeron la mitad del concierto. A veces, mientras tocaba desde dentro de una bolsa, Ono emitía sus gritos y gemidos característicos, que Voormann describió como dolorosos.

A pesar de las reacciones encontradas, Voormann consideró la actuación de Ono como una poderosa manifestación artística, similar a la interpretación del himno nacional de Estados Unidos por parte de Jimi Hendrix en Woodstock. Sin embargo, la mayoría del público no lo entendió.

Lo que realmente los cautivó fue el momento en que la Plastic Ono Band subió al escenario. Fowley sugirió que el público mostrara su agradecimiento encendiendo cerillas o encendedores, creando un ritual de concierto que perdura hasta el día de hoy.

Reviviendo leyendas, sacudiendo generaciones

A medida que el sol salía sobre el estadio Varsity de Toronto, la emoción invadía el aire. Los entusiastas de la música se reunieron, ansiosos por presenciar la historia. Leyendas como Little Richard y Bo Diddley actuaron con una energía increíble, impresionando al público y demostrando su estatus icónico.

Mientras estos pioneros del rock cautivaban a la multitud, las nuevas bandas trajeron sorpresas. El entonces desconocido grupo de Alice Cooper montó un espectáculo atrevido que terminó con un incidente con un pollo vivo. El frenesí mediático que siguió hizo famosos a Cooper y su banda, marcándolos como pioneros del rock impactante y provocadores de la cultura pop.

A lo largo del evento, John Brower enfrentó muchos desafíos, pero trabajó duro para que el espectáculo siguiera adelante. Nunca se rindió.

Su arduo trabajo fue capturado en el documental “Revival69: El concierto que sacudió al mundo”, que muestra el impacto de este importante evento, aun cuando Woodstock recibió más atención.

Años después, Brower dijo que esperaba algo pequeño, como una oruga, pero se convirtió en algo grande, como una mariposa.

El evento dio nueva vida a muchas leyendas del rock y preparó el terreno para futuros festivales de música. Las actuaciones y el impacto cultural duradero demuestran lo poderosa que puede ser la música a través de generaciones y estilos.

Cuando se puso el sol aquel día de septiembre de 1969, el resurgimiento del rock and roll de Toronto dejó una enorme huella en la historia de la música. Abrió la puerta a nuevos estilos musicales y se aseguró un lugar como momento clave en el rock and roll. Su impacto sigue siendo inspirador y demuestra que traspasar los límites puede cambiar la música para siempre.

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