Manifestantes de Barcelona lanzan objetos y rocían agua a viajeros mientras gritan “turistas, volved a casa”

Millones de personas acuden a Barcelona cada año para disfrutar de la dulce muestra de la idílica vida europea. Pero durante el fin de semana, miles de lugareños marcharon por las calles y rociaron a los visitantes con pistolas de agua en señal de indignación por el turismo masivo.

Los manifestantes fueron vistos aplaudiendo y coreando “¡Turistas, volved a casa!” y portando carteles con lemas anti-turísticos, argumentando que la avalancha de visitantes ha elevado los costos de vida de los residentes.

Según la Guardia Urbana de Barcelona, ​​la fuerza policial municipal de la ciudad, participaron en la protesta unas 2.800 personas, según informó el periódico español El País. Pero los miembros del grupo de protesta, la Assemblea de Barris pel Decreixement Turístic (Asamblea de Barrios por el Decrecimiento Turístico), afirman que se unieron hasta 20.000 personas, informó el periódico.

“El sector del turismo y la hostelería es el que realmente gana mucho dinero, pero toda la gente está en una situación muy pobre y no tienen suficiente dinero para vivir. Ese es el problema”, dijo el manifestante Joan Navarro-Bertran.

Barcelona es una joya en Europa occidental, hogar de lugares emblemáticos como La Sagrada Familia, una catedral diseñada por el famoso arquitecto Antoni Gaudí que ha estado en construcción durante más de 100 años, playas de un azul brillante y una famosa gastronomía local.

El turismo también es una parte importante de la economía local. El año pasado, alrededor de 26 millones de personas visitaron el área de Barcelona y gastaron 9.600 millones de euros (10.400 millones de dólares) en la ciudad, según el Observatorio de Turismo de Barcelona.

Gran parte de la agitación entre los lugareños es el aumento del precio de la vivienda y el desplazamiento de los residentes de largo plazo.

Según informó la BBC, el alcalde Jaume Collboni, los alquileres en la ciudad han aumentado casi un 70% en la última década. En junio, Collboni anunció un plan para dejar de renovar los permisos de alquiler para visitantes extranjeros a partir de 2028, una medida que pondría a disposición de los residentes locales 10.000 unidades en cuatro años.