Las personas del grupo sanguíneo AB tienen mayor probabilidad de desarrollar problemas de memoria que aquellos con otros grupos sanguíneos, según científicos en Estados Unidos.
El estudio forma parte de una investigación más amplia de expertos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Vermont, que analizaron datos de 30.000 ciudadanos mayores de 45 años.
De este grupo inicial los investigadores identificaron 495 participantes que habían desarrollado problemas de memoria o cognitivos durante un período de monitoreo de tres años. Y estos participantes fueron a su vez comparados con pruebas de más de 500 personas sin problemas cognitivos.
Los investigadores hallaron que las personas del grupo AB tienen un 82% más de probabilidad de tener problemas de memoria y atención, que aquellos de otros grupos sanguínenos.
Ese tipo de problemas podría ser indicativo en algunos casos de un futuro desarrollo de demencia, pero los científicos aclararon que el estudio no llegó a determinar vínculos entre los grupos sanguíneos y esa enfermedad.
Dieta y ejercicio
Otros estudios anteriores ya habían demostrado que las personas del grupo O tienen un riesgo menor de enfermedades cardiovasculares y accidentes cerebrovasculares.
“Nuestro estudio se centra en el tipo sanguíneo y el riesgo de problemas cognitivos, pero otros estudios ya han demostrado que factores como la presión alta, el colesterol alto y la diabetes aumentan el riesgo de dificultades cognitivas y de demencia”, dijo Mary Cushman, quien lideró la investigación.
“Nuestro trabajo muestra aún más claramente las conexiones entre los problemas vasculares y el cerebro”.
Sin embargo, los resultados del estudio no pueden aplicarse al caso de demencia, una enfermedad más compleja que los problemas de memoria monitoreados por los científicos en Vermont.
Por ello no podría afirmarse que el grupo AB generaría un mayor riesgo de demencia, señaló Simon Ridley, jefe de investigación de Investigación sobre el Alzheimer en el Reino Unido.
“Por lo que sabemos hasta el momento, la mejor forma de mantener un cerebro saludable es una dieta equilibrada, no fumar y hacer ejercicio con regularidad”, dijo Ridley a la BBC.
grupos sanguíneos
Más de un siglo después del descubrimiento de los grupos sanguíneos, por qué existen y como determinante un mayor o menor riesgo de desarrollar ciertas enfermedades sigue siendo en gran medida un misterio.
Fue en 1900 que el biólogo y patólogo austríaco Karl Landsteiner descubrió los grupos sanguíneos, lo que le valió el premio Nobel de Medicina en 1930.
Landsteiner analizó la sangre de los miembros de su laboratorio incluyendo la suya, y separó en cada caso los glóbulos rojos y el suero, el líquido que queda cuando se retiran los glóbulos rojos y el factor coagulante.
El científico combinó luego el suero de una persona con los glóbulos rojos de otra y viceversa y observó que en algunos casos los glóbulos rojos se aglutinaban formando grumos.
Landsteiner clasificó así tres grupos que daban lugar a diferentes reacciones, a los que llamó arbitrariamente, A, B y C. El último grupo pasó a llamarse O. Poco después, dos de sus discípulos descubrieron un cuarto grupo, AB.
A mediados del siglo XX un científico estadounidense, Philip Levine, descubrió otro tipo de categorizar la sangre, de acuerdo a la presencia del factor sanguíneo Rh. Un símbolo de más o menos junto a la letra del grupo indica si el factor está presente. Este antígeno (sustancia que genera una respuesta inmunológica) fue llamado Rh porque se halló en el suero de conejos inmunizados con sangre de un mono de la India, el macaco Rhesus.
El descubrimiento de los tipos sanguíneos fue vital para las transfusiones, ya que no todos los tipos de sangre son compatibles, y un aglutinamiento de los glóbulos rojos puede bloquear la circulación y ser letal para el paciente.
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